TENTUDÍA

La Comarca de Tentudía se sitúa en el extremo meridional de la Comunidad Autónoma de Extremadura, dentro de la provincia de Badajoz. Limita con las también comarcas extremeñas de:

  • Hacia el Oeste, la Sierra de Jerez
  • Hacia el Este, la Campiña o los Llanos de Llerena
  • Hacia el Norte la comarca de Zafra
  • Hacia el Sur con las provincias de Sevilla y Huelva, la Comunidad Autónoma de Andalucía.

La comarca tiene forma triangular, con una extensión e 1.283 Km.’ y una población de 21.864 habitantes. Comprende los términos municipales de Bienvenida, Bodonal de la Sierra, Cabeza la Vaca, Calera de León, Fuente de Cantos, Fuentes de León, Monesterio, Montemolín y Segura de León. Las entidades poblaciones son once, al pertenecer al municipio de Montemolín las aldeas de Pallares y Santa María de Navas.

Tentudía está integrada por municipios que forman parte de dos zonas naturales del sur extremeño, la Sierra y la Campiña, originándose por ello en su interior acusadas diferencias entre unas localidades y otras. La parte occidental -Bodonal de la Sierra, Segura de León, Fuentes de León, Cabeza la Vaca- ha estado tradicionalmente vinculada a Fregenal de la Sierra, que sigue ejerciendo una gran atracción sobre estos pueblos, y al modelo económico de aprovechamiento de la dehesa y el monte, mientras, municipios orientales como Bienvenida y Montemolín han vivido cercanos a Llerena con la que comparten los grandes llanos cerealísticos propios del sureste extremeño.

En el centro de la comarca, los principales focos poblacionales Fuente de Cantos y Monesterio-, situados a la vera de la carretera nacional 630 y autovía A-66, y el lugar emblemático de la zona -Calera de León forman el eje singular y vertebrador del territorio. Estos tres municipios centrales, bien por su acusada personalidad -Calera- o por su pujanza han prescindido de influencias externas, salvo las originadas por focos de atracción general como Zafra o Sevilla, facilitando que en torno a ellos se fuera fraguando cierta idea de comarca que, a pesar de todo, hoy sigue haciéndose, sin que falten en su breve trayectoria común numerosas fricciones intermunicipales y un cierto desapego y escepticismo popular ante la identidad compartida.

En este sentido, no hay que olvidar que la comarca de Tentudía se define por iniciativa institucional, a partir de la creación a mediados de la década de los 70 de la Mancomunidad Turística y de Servicios de Tentudía, y que su frágil cohesión viene dada más por el esfuerzo planificado de instrumentos comarcales que por la acción espontánea de sus pobladores. En su nombre -TENTUDÍA- se sintetiza casi lo único que han tenido en común estos pueblos: la historia, la presencia medieval de la Orden de Santiago y la veneración de la Virgen de Tentudía, situada arriba del monte del mismo nombre que, con sus 1.104 metros, es el punto más alto de la provincia de Badajoz.

Desde el punto de vista económico, y junto a la desgraciada dependencia de buena parte de su población activa de los subsidios de paro y del empleo precario, la comarca vive fundamentalmente de los productos de la tierra, con un sector primario preponderante y un escasísimo sector secundario dominado por la industria agroalimentaria. La dehesa y sus productos, sobre todo el cerdo ibérico, constituyen el principal sustento de unas gentes que aún no han aprovechado por completo esta singular riqueza. Sólo en los dos principales municipios, Fuente de Cantos y Monesterio, se mantiene un cierto sector terciario y de servicios, motivado por el tránsito de la autovía A-66 y por su carácter de cabeceras comarcales.

La situación de algunos de sus municipios y la belleza de su entorno ofrecen un atractivo añadido a sus posibilidades de desarrollo. El aprovechamiento integral y transformación de los recursos agrícolas, ganaderos y forestales, y el turismo rural y cultural son, sin duda, los ejes que deben estar presentes en un plan estratégico de desarrollo de la comarca. La comarca de Tentudía es, por tanto, un territorio deprimido económicamente pero con resortes propios para desarrollarse. Por sus características, la clave de este futuro desarrollo está en la relación de respeto y aprovechamiento integral que sus pobladores deben mantener con la tierra que les cobija.

Fuente: https://tentudia.com/

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