LÁMINAS.
Los himenios de las setas pueden tener aspectos muy diferentes, entre los mas habituales encontraremos los que lo forman una serie de láminas más o menos numerosas que parten desde el pié o cerca de él, hasta el borde del sombrero, pudiendo a veces intercalarse entre ellas láminillas y lamélulas.
Las láminas pueden tener una serie de características, su forma, color, dibujo de sus aristas, grosor y su inserción en el pié.
TUBOS.
Este tipo de himenio está formado por una cantidad indeterminada de tubos que se inician en la carne de la parte baja del sombrero y finalizan en un poro u orificio por donde salen las esporas al exterior. Este detalle se puede observar fácilmente al seccionar un ejemplar de por ejemplo el género boletus. El color de los tubos puede variar con la edad, pudiendo pasar del blanco al amarillo y finalmente al verdoso. También pueden cambiar de color al contacto con el aire o tras la manipulación. Suelen tener un aspecto esponjoso al tacto, con excepción de los ejemplares del género polyporus que su consistencia es dura.
PLIEGUES.
Himenio formado por pliegues, nervios o lámnias anastomosadas cuya misión es sostener el himenio. No son verdaderas láminas sino excrecencias del himenio en forma de arrugas más o menos profundas.
AGUIJONES.
Himenio formado por pequeños salientes, puas o aguijones que se encuentran en la parte inferior del sombrero (himenio) de algunas setas, como en las especies de la familia Hydnaceae. Pueden ser cortos o largos, gruesos o delgados, firmes o gelatinosos.
POROS.
LISOS.